Equipos y
sistemas de lubricación
Sistemas de engrase tradicional
Monopunto
Monopunto
Los Lubricadores Automáticos de Cartucho (también denominados “Lubricadores Monopunto”, “Botes de Engrase”) ofrecen numerosas ventajas en la industria. En primer lugar, garantizan una lubricación constante y precisa de los equipos, lo que ayuda a prolongar su vida útil y reducir el desgaste. Además, al eliminar la necesidad de lubricación manual, se ahorra tiempo y medios en el mantenimiento. Estos lubricadores también permiten una lubricación más segura, ya que evitan el contacto directo con los lubricantes, son fáciles de instalar y su diseño compacto los hace adecuados para espacios reducidos. En resumen, los lubricadores automáticos de cartucho son una solución eficiente y confiable para optimizar la lubricación en la industria.
Además de las ventajas mencionadas, los lubricadores automáticos de cartucho son altamente versátiles; se pueden utilizar en una amplia gama de industrias y aplicaciones, como la industria automotriz, alimentaria; en bombas de proceso, motores eléctricos, transportadores, torres de refrigeración, robots, ventiladores, etc. Estos lubricadores se adaptan a diferentes condiciones de temperatura y presión y al evitar la falta & sobrelubricación, contribuyen a mejorar la operativa de trabajo de los equipos y a la reducción de costos de mantenimiento.
Se recomienda su uso en los casos que se cumplan las siguientes premisas:
- Puntos de engrase aislados, donde el coste de implementar un sistema automático no se justifica
- Bajo requerimiento de engrase
- Bajo nivel de criticidad y/o exigencia de la lubricación
- Posibilidad de revisar su estado, periódicamente por personal de mantenimiento
- Lubricantes especiales
- Condiciones de trabajo no exigentes (ausencia de bajas temperaturas, vibraciones)
Existen múltiples modelos disponibles, desde actuados por muelle, a electroquímicos (gas) o electromecánicamente, así como con diferentes tipos de control (PLC, bluetooth, sincronizados con máquina, por vibración, etc.) y con diferentes capacidades de lubricante entre 60 cm3 y 500 cm3, y en todos los casos con autonomía entre 1 y 12 meses. Tras el período de ajuste en la mayoría de los casos deben reemplazarse los cartuchos ó la batería en función del modelo.
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